Una de las demandas más comunes del paciente de farmacia es la petición de recomendación de algo para dormir, y es que el insomnio, el principal trastorno del sueño, está presente en casi el 30% de la población en alguna de sus formas. En la mayoría de los casos, este problema es una manifestación secundaria de otra afección concomitante (como la ansiedad o la depresión). Los síntomas más frecuentes son:
- Tardar más de 30 minutos en dormirse.
- Tener el sueño inquieto.
- Levantarse muy temprano.
- Levantarse por la noche y tener dificultad para volverse a dormir.
- Somnolencia diurna y falta de concentración
- Fatiga y falta de energía
Las causas del insomnio son variadas. Puede deberse a una circunstancia puntual (ingesta de cafeína, horarios irregulares, drogas, dolores ocasionales…) o una patología que lo produzca (estrés, depresión, ansiedad, etc.). El protocolo de atención y el consejo farmacéutico irá encaminado a una u otra solución dependiendo de la causa (si se conoce o intuye) que ha generado ese insomnio. Como pacientes, habrá que preguntarse:
- El número de horas que duermen al día.
- Si duerme durante el día de forma habitual o si se echa la siesta
- Los días que lleva con insomnio, y si se ha producido alguna circunstancia significativa en su vida que haya podido desencadenarlo.

Una vez que identifiquemos de dónde proviene el insomnio y el tiempo que se lleva padeciendo, se podrá ofrecer la mejor solución.
Medidas higiénicas
Antes de llegar a un tratamiento fitoterápico o farmacológico, si se padece insomnio es recomendable seguir primeramente una serie de medidas higiénicas y conductuales para tratar de disminuirlo. Además, si finalmente se precisa de utilizar componentes adicionales para conciliar el sueño, estas medidas siempre ayudarán a que cumplan su función de manera más rápida y eficaz
- No consumir cafeína en las 6h anteriores a acostarse y evitar fumar. Tanto la cafeína como la nicotina son estimulantes del sistema nervoso.
- No consumir alcohol, ya que frecuentemente puede producir despertares nocturnos.
- Mantener la habitación con buenas condiciones para conciliar el sueño (sin ruido, con buena temperatura, sin exceso de luz…)
- Tratar de tener un horario de sueño bueno y rutinario, acostándose y despertándose más o menos a la misma hora.
- Evitar las siestas de más de 20 minutos durante el día.
- No utilizar dispositivos con pantallas luminosas antes de acostarse.
Si siguiendo estas medidas el insomnio no mejora, pasaremos a un tratamiento fitoterápico o farmacológico. ¡Aquí vienen nuestros consejos!
Fitoterapia contra el insomnio
Si el insomnio se presenta duradero o crónico, o las dificultades para dormir están más o menos de forma recurrente en nuestras vidas, el tratamiento fitoterápico puede resultarnos de gran ayuda. Pese al escepticismo que pueda suscitar, hay numerosas plantas medicinales con muy buenas propiedades calmantes y ansiolíticas, que nos pueden ayudar a relajarnos y a inducir y mantener un sueño sano y profundo.
La raíz de la valeriana contiene numerosos aceites esenciales que producen efectos sedantes y relajantes, reduciendo el nerviosismo asociado al estrés y mejorando el humor y la concentración. Además, favorece la conciliación del sueño y mejora la calidad de este. Puede administrarse sola para aprovechar su capacidad ansiolítica o acompañada de otras plantas medicinales o melatonina para obtener efectos sinérgicos contra el insomnio. .
La amapola de californa contiene eschscholtzina, un alcaloide natural con efecto hipnótico sedante sin acción narcótica. Ayuda a combatir el estrés y el nerviosismo asociado a los trastornos del sueño.
El alto contenido en terpenos proporciona al fruto de la melisa una acción sedante muy beneficiosa para la ansiedad y la dificultad de conciliar el sueño. Si duerme durante el día de forma habitual o si se echa la siesta.
La pasiflora posee un alto contenido en alcaloides y flavonoides, responsables de los efectos beneficiosos contra trastornos de sueño. También es muy eficaz combatiendo los espasmos nerviosos asociados habitualmente a estos trastornos.
La tila posee un alto contenido en aceites esenciales, mucílagos y flavonoides. Esto hace que, además de tener propiedades ansiolíticas, sea buena cuando también existen dificultades gastrointestinales.
La planta del lúpulo puede utilizarse como sedante leve para conciliar el sueño. Además, dadas sus propiedades fitoestrogénicas, es útil especialmente en casos de insomnio junto con manifestaciones menopáusicas.



Todas estas plantas pueden utilizarse combinadas entre ellas o con otros componentes medicamentosos que desarrollaremos a continuación.
La melatonina es una hormona producida por el propio cuerpo, que regula los ciclos de día y noche y de sueño-vigía. La oscuridad hace que el cuerpo produzca más cantidad, y la luz hace que la producción disminuya.
La melatonina puede administrarse de manera exógena, y su uso se ha visto beneficioso para conciliar el sueño y regular sus ciclos, ayudando a mejorar los trastornos de insomnio. La melatonina puede administrarse sola o de manera conjunta con plantas medicinales (generalmente valeriana y pasiflora) u otras moléculas (como el GABA o el L-triptófano) para conseguir acciones sinérgicas y que su efecto contra el insomnio sea más eficaz.
El L-triptófano es un aminoácido esencial, necesario para la producción proteica. Es necesario especialmente para la producción de melatonina, siendo su precursor, luego su co-administración es especialmente útil en casos de insomnio.
El ácido gamma-aminobutírico es un neurotransmisor presente de manera natural en nuestro organismo. En este caso, el GABA actúan regulando la excitabilidad cerebral, inhibiendo la neurotransmisión excesiva y provocando una sensación de relajación y calma. Así, administrando GABA de forma conjunta con los otros componentes descritos, logramos que se reduzca más el estrés y la ansiedad.
En definitiva, la lista de opciones para combatir el insomnio y sus problemas asociados es extensa, pero siempre es aconsejable empezar suministrando el menor número de componentes posibles que hagan efecto, para que así, en el caso de que sea necesario, se puedan ir aumentando el número de estos en el caso de que la situación empeore.
Igualmente, como ya hemos dicho, es más que aconsejable seguir una buena rutina a la hora de irse a la cama y, en el caso de que sea necesario añadir un complemento, tomarlo siempre media hora antes de acostarse.
Y ahora sí, ¡buenas noches!