1. Ácido Glicólico
El ácido glicólico es un alfahidroxiácido (AHA) de origen natural con un elevado poder hidratante, exfoliante y regenerador. Es capaz de alcanzar las capas más profundas de la piel y por ello es ampliamente utilizado en la industria cosmética, en diferentes concentraciones.
Los beneficios del ácido glicólico en nuestra piel fueron publicados en el año 1974, por los doctores E. Van Scott y R. Yu. Ambos descubrieron por primera vez los beneficios únicos de los AHA para el cuidado de la piel, a través de su investigación sobre la piel seca hereditaria (denominada médicamente ictiosis).
Demostraron que estas moléculas, extraída de diversas frutas y alimentos, presentaban beneficios notables en el tratamiento de patologías de la piel como son el acné y las hiperpigmentaciones, y que, además, resultaban muy eficaces en la prevención y tratamiento de estos procesos típicos del fotoenvejecimiento y otras lesiones de la piel, resultado de la exposición al sol.
Propiedades
El ácido glicólico puede utilizarse con diferentes fines en función de su concentración.
En bajas concentraciones (alrededor del 4%), actúa solo en la capa externa de la piel, de manera que la exfolia sin llegar a irritarla, permitiendo así que la piel se libere de las células muertas que se acumulan en la superficie y que pueden hacer que se obstruyan los poros. Este hecho impulsa la renovación celular, del mismo modo que la alisa, la suaviza y aporta luminosidad.
En concentraciones más elevadas (entorno al 4-10%) presenta potentes acciones “antiedad”. En este caso, actúa aumentando el espesor epidérmico y la disminución de las arrugas. Al mismo tiempo, también estimula la síntesis de colágeno (que decae con el paso del tiempo) y ácido hialurónico, ambas aportan elasticidad y firmeza a la piel.
Es muy recomendable su uso en caso de tener piel acneica puesto que ayuda a eliminar el exceso de sebo y otros lípidos presentes en la piel, suavizando a su vez las cicatrices o lesiones que puedan quedar a posteriori.
Por último, el uso conjunto de ácido glicólico con más agentes despigmentantes, ha demostrado tener una gran eficacia. Esto es debido a que el ácido glicólico favorece que el agente despigmentante penetre en las capas más profundas de la piel, alcanzando el estrato córneo.
2. Retinol
El retinol pertenece al grupo de los denominados retinoides, que son moléculas derivadas de la vitamina A. La vitamina A es una molécula esencial para el funcionamiento adecuado de numerosos procesos en nuestro organismo, incluyendo entre ellos, la visión, el sistema inmunológico y el desarrollo celular. Además de su importancia a nivel interno, como ya es ampliamente sabido, se incluye entre la composición de numerosos productos dermocosméticos debido a sus múltiples beneficios.
La vitamina A tiene tres formas activas, a parte del retinol, tenemos también el retinal o retinaldehído y el ácido retinoico. Las tres ampliamente utilizadas en el mundo cosmético. La diferencia entre los tres es la estructura química, y como consecuencia de esta, la potencia con la que dichas moléculas actúan en nuestra piel.
Directamente en nuestra piel, el retinol puede oxidarse a retinal y este a su vez, a ácido retinoico.
Para qué sirve, que beneficios presenta el uso de retinol.
Es ampliamente utilizado debido principalmente a sus propiedades antienvejecimiento y su capacidad para mejorar la apariencia de la piel, ya que es capaz de estimular la producción de colágeno, reduciendo así las arrugas finas y mejorando la textura de la piel. El uso regular de productos con retinol ayuda significativamente a reducir los signos del envejecimiento ya que estimula también la renovación celular. Además, sirve también para combatir el acné, las marcas residuales de este y otras posibles hiperpigmentaciones que pueden aparecer en la piel como consecuencia, por ejemplo, de la exposición solar.
Es importante señalar, que el retinol debe usarse con precaución ya que resulta irritante para la piel, sobre todo al inicio del tratamiento. Entonces, habría que hacer lo que se conoce como “progresión según tolerancia”, que consiste en introducir el retinol en nuestra rutina de manera paulatina, es decir, iniciamos con 2-3 aplicaciones a la semana, pasando posteriormente a su aplicación en días alternos y cuando notemos que nuestra piel lo tolera mejor, lo aplicamos todas las noches.
Por último, pero no menos importante, la utilización de retinol está estrictamente reducido a la rutina de noche y resulta esencial e imprescindible, el uso de protección solar a diario mientras dure el tratamiento, para evitar la posible fotosensibilidad que puede aparecer con el uso.
Imagen que contiene artículos, loción.
A continuación dejamos un par de recomendaciones de sérums que incluyen retinol como ingrediente principal en su composición, y cuyo uso tiene una eficacia probada.

Night Sérum TWO POLES. Incluye un 0.3% de retinol en su concentración. Indicado para mejorar las arrugas, la apariencia de los poros y las manchas en la piel. También muy recomendable su uso en pieles con tendencia acneica. En este caso, el retinol va encapsulado, es decir, envuelto en una cápsula que mejora su penetración en la piel y ayuda a que sea menos irritante.

Retinol B3 sérum La Roche Posay. Sérum dermatológico renovador. Además, incluye vitamina B3 que actúa fortaleciendo la barrera cutánea, alivia la piel y mejora el aspecto de las rojeces.
Información
- https://www.firstskinfoundation.org/testimonial-dinner-2008
- https://www.cantabrialabs.es/blog/propiedades-acido-glicolico/
- https://lpi.oregonstate.edu/es/mic/vitaminas/vitamina-A
- https://www.farmaciajauregui.es/con-que-se-puede-mezclar-el-retinol/